¿Quién dijo que tienen que ser serios? [Eventos Empresariales]
La profesionalidad se marca por la capacidad que tengas de hacer, lo que hagas, de la mejor manera posible. Bien. Y seas reconocido por eso. Si esto es así, entonces puedes hacer un evento como quieras, te apetezca y como case con tu filosofía, imagen y pretensiones. ¿Quién te contó eso de que los eventos de empresa tienen que ser serios?
Vamos a desmitificar porque este tipo de «ideas preconcebidas» no nos llevan a nada bueno, o mejor dicho no nos llevan a nada nuevo.
¿Qué son los eventos de empresa?
Normalmente, cuando hablamos de eventos de empresa es aquel que se organiza con un fin como beneficiado principal: la empresa.
Estos eventos pueden ser muy variados al igual que los fines con los que se celebren, pero lo que está claro es que sea por lo que sea, siempre se quiere comunicar y transmitir un mensaje con ellos.
Ya sea un evento de equipo, de diferentes delegaciones, al que invitamos proveedores, clientes, con el fin ya sea de congratular o premiar, inaugurar un nuevo establecimiento, presentar un nuevo producto, colección, marca o imagen…
¿Qué se consigue?
Evidentemente además del objetivo fundamental fijado, siempre aporta una mejora en el reconocimiento de marca, prestigio e imagen de marca entre muchas otras ventajas que tiene celebrar un evento de empresa.
¿Y por qué tanta rigidez?
Cuando piensas en un evento empresarial, di la verdad, te viene a la cabeza el típico empresario o empresaria enchaquetado/a, hablando con tecnicismos, rectitud y saber estar (bueno, esto es algo que no debe perderse nunca bajo ningún pretexto ni en ningún contexto) en un evento serio, sobrio y aburrido.
A ver, si el evento es una convención donde se van a exponer diferentes soluciones para solucionar el inmenso problema del medio ambiente, entonces procede lo que procede: seriedad, atención, concentración, tecnicismos.
Pero si el motivo por el que has decidido organizar un evento, es de celebración ¿por qué tiene que ser como lo demás, como lo de siempre o como a lo que estamos acostumbrados? Olvidémonos, si es posible, de los eventos encorbatados, donde no se oigan zapatos de tacón pero sí música, se respire buen ambiente y todos puedan ser quienes realmente son.
Porque… ¿no ocurre en ocasiones que parece que los empresarios/as son personas de otro mundo, que hablan en un idioma diferente y comen y viven como si no fueran de este planeta?
Favorezcamos la empatía, la cercanía y la naturalidad. Así no solo se hacen mejores contactos, sino que se crean vínculos. De esta forma, consigues que aunque haya invitados que hayan acudido por compromiso, se vayan sorprendidos y hablando del evento de TU EMPRESA. Garantiza que tu evento quede grabado en la memoria, al menos de parte de los asistentes.
Así que… Crea, lánzate y descubre.
Quizás sea mejor de lo que pensaste nunca. Los eventos empresariales, también pueden ser divertidos, entretenidos y sobre todo, conseguir que aquellos que ya asistieron una vez, esperen ser invitados de nuevo y tengan expectativas de la próxima fecha. Eso es que tu evento, ha sido todo un éxito.
Esa es tu misión. También es la mía, con cada uno de los eventos que organizo. Pero sobre todo, tratemos de cambiar, hagamos cosas nuevas y arriesguémonos con aquello a lo que la mayoría, no está acostumbrado.
¿Creamos? ¿Nos lanzamos? ¿Te lanzas? ¿Hablamos ? ¡Pues allá vamos!